Llegamos Rick y yo a casa de Ángela en San Juan de Lurigancho cerca del mediodía. Nos recibe Hugo, su actual pareja, y amablemente nos invita a pasar a su sala, la cual tiene dos inmensas banderolas pegadas en la pared: una de Tierra y Libertad, su partido político, y otra del Frente Amplio, organización por la cual postula al congreso.
A sus cincuenta y un años, se siente orgullosa de ser trabajadora sexual y afirma tener toda la experiencia y maestría de la calle para poder representarnos en el legislativo. Es una incansable activista y es candidata por el partido que lleva a Verónika Mendoza como carta presidencial con el 19, número atómico del potasio.
- ¿A qué edad te inicias en el trabajo sexual?
- Bueno, me inicio desde muy joven; tenía casi diecisiete años y me encontraba en una situación muy extrema. Me había ido de mi casa y estaba bastante vulnerable porque estaba embarazada. Además, como mi papá es una persona violenta, temía que al golpearme pudiese perder al bebé. Al final, lo que sucedió fue que no tenía dónde dormir, no tenía qué comer.
FOTO: RICK ACOSTA
- Eso fue a los dieciséis.
- Así es, aún estaba embarazada; sin embargo, cuando di a luz, mi bebé se enfermó. Tuve que ver la manera de conseguir dinero, pues lo que hacía en esa época era vender pastel de acelgas.
- ¿Cómo solventabas tus gastos?
- Mi mamá me apoyaba, ella me pagaba un cuarto; dormía en un colchón de paja.
- ¿Cuándo nace tu hijo?
- En 1982 con las primeras alertas de la Corriente del Niño. Hubo tanto calor que hacía que los niños se enfermaran producto de la proliferación de bacterias y gérmenes en el medio ambiente. Mi hijo se enfermó y estuvo a punto de morir ya que no tenía dinero para comprar las medicinas. Lo que sucedió al final fue que el doctor me dijo que llevara a mi hijo a morir a la casa.
- Fue bastante crudo.
- Sí. Yo fui a la casa de una amiga, quien era prostituta, pero yo no lo sabía; ella me había dicho que era bailarina. Me dio dinero, me lo regaló para curar a mi hijo. Pero, el problema era que al día siguiente tenía que volver a comprar la receta. Por eso, un día me llevó a donde trabajaba y me dijo que allí podría ganar mi propio dinero.
- Respecto ya a tu postulación, ¿qué es lo que te anima a postular al congreso?
- Es todo un proceso a través del movimiento (de trabajadoras sexuales). Nadie ha querido comprarse el pleito de nuestras demandas. Susana (Villarán) lo pasó por agua tibia, quizá, porque le hicimos la campaña; sin embargo desconocía del tema, no sabía cómo contestar ante los medios. Lo mismo sucedió con Rosario Sasieta.
- O sea, no sientes que Susana Villarán o Rosario Sasiesta en algún momento las hayan representado.
- No. Ni tampoco María Luisa Cuculiza, pese a habernos aceptado el proyecto de ley.
- Eres parte de Tierra y Libertad, ¿cómo llegas a esta organización política?
- (Desde el Movimiento de Trabajadoras Sexuales) A mí me dieron la consigna de ubicar a Marco Arana. Yo lo ubiqué por intermedio de Susel Paredes, quien en ese momento era de Tierra y Libertad. Yo la conocí porque trabajábamos en conjunto y en alianza las agendas LGTB. Ella me consiguió la cita con Marco y en la reunión también estuvo Pedro Francke.
- ¿Cuánto tiempo llevas como militante?
- Formalmente, hace tres años.
- ¿Y como tal recibes la invitación para participar en las elecciones ciudadanas del Frente Amplio?
No, en ningún momento. Desde que ingresamos a Tierra y Libertad, ya todos sabían que teníamos como consigna esa meta de postular (al congreso).
foto: rick acosta
- ¿Cuál es la agenda legislativa que deseas impulsar desde adentro?
- El reconocimiento del trabajo sexual, proponer zonas de trabajo sexual seguras. Apostamos por el cambio de la constitución, en ese sentido hay un artículo que menciona la no discriminación y queremos cambiarlo para que se incluya la orientación sexual e identidad de género. Yo tomaba como terrorismo el hecho de que las personas que nos representan (en el parlamento) puedan estar debatiendo si se te concede tu derecho al matrimonio o al aborto en casos de violación.
- ¿Apoyas tanto la unión civil como la despenalización del aborto en casos de violación sexual?
- Soy una persona que piensa que los derechos son iguales para todos, tanto humanos como civiles. Las personas LGTB tienen derecho a todo: al matrimonio, al divorcio, a la adopción. No pueden haber leyes para heterosexuales y leyes para homosexuales. Lo mismo con el tema del aborto, de decidir sobre nuestro cuerpo. Soy de la idea de que la mujer puede decidir si abortar o no en cualquier situación que se le presente. Quiero llegar al congreso para poder empezar a hacer (una) revolución sobre estos temas porque no se está dando el debate como debería darse.
- Si no ingresas al congreso en esta oportunidad, ¿volverías a hacerlo en el 2021?
- No sabría decirte. Depende mucho de cómo va el movimiento, cómo crece. Me imagino que habrán nuevas líderes
- Pero, ¿tu participación en política no va a ser fugaz?
- Soy activista, voy a seguir haciendo incidencia política. Lo soy desde 1999. Más bien, si llego al parlamento, no iré a la reelección; es más, propondré una ley que evite ello.
- Si llegas al congreso, ¿continuarás ejerciendo el trabajo sexual?
- Imposible. ¡No voy a poder! Yo soy realista. Si cuando he estado en el activismo ni siquiera he tenido tiempo para ejercerlo.
- El escenario hoy día presenta a tres candidaturas de izquierda: la de Gregorio Santos, la de Vladimir Cerrón y la de Verónika Mendoza. ¿Qué diferencia al Frente Amplio de las demás?
- Te voy a ser sincera, no he revisado los planes de trabajo de ellos. Lo que sí he visto y he vivido a través de estos tres bloques de izquierda es la cuestión de poder, y eso a mí no me gusta. Pienso que quien decide y quien elige son las bases, y yo tengo ese respaldo.
- ¿Consideras que Vladimir y Goyo son caudillos?
- No puedo considerarlos así porque no sé cómo han sido sus procesos internos. No obstante, sí he visto dentro de mi partido que algunos hicieron su berrinche y como no les dieron lo que ellos querían se fueron y se reciclaron por otro lado.
- ¿Cómo quiénes?
No te puedo decir, son cuestiones internas.
FOTO: RICK ACOSTA
- Finalmente, ¿por qué votar por Ángela Villón?
- Nunca las poblaciones vulnerables hemos tenido una representación. Jamás. Considero que es saludable, histórico y bueno avanzar como país en temas como los derechos humanos. Yo tengo la maestría y la experiencia que me ha dado la calle al estar en una población que nadie la ha ido a estudiar en alguna universidad. Yo lo he vivido y lo he pasado. Por otro lado, el tema se género es importante, puesto que indistintamente de ser trabajadora sexual, soy una mujer que vive y sufre por todos estos mecanismos controlistas que nos ha dado la sociedad, la Iglesia y el mismo Estado. Y por último, soy una puta decente que quiere hacer del congreso un burdel respetable.